Roland Garros, el frío y las pelotas de la discordia

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MOSCÚ,  — El torneo de tenis de Roland Garros ya es una realidad, incluso con público en las tribunas, sin embargo su desarrollo en este momento del año, con frío en París, cambia las condiciones de juego y genera polémica, tanto como el uso de las nuevas pelotas Wilson que estrena la lid.

El segundo Grand Slam del año se juega siempre entre finales de mayo y principios de junio, cuando el clima de París es delicioso y solo algún aguacero interrumpe las acciones. Pero la aparición en Europa del nuevo coronavirus obligó a posponer su realización para los finales de septiembre y los primeros días de octubre.

Para entonces, ya en pleno otoño, el clima ha cambiado mucho en la llamada Ciudad luz. La humedad y el frío generan una reacción diferente en la superficie de arcilla sobre la cual se desarrolla la lid, una situación que criticaron algunos de los jugadores, pero que elogiaron otros.

Encima, la organización opta por primera vez por unas pelotas Wilson, a las cuales algún jugador catalogó como pesadas piedras.

Nadal lo ve todo difícil

El jugador que más aval ha sacado de las pistas de Roland Garros y su máximo ganador histórico, el español Rafael Nadal, declaró la semana anterior que será muy complicado jugar en París, por las condiciones extremas de frío y humedad, además de por las nuevas pelotas introducidas por los organizadores.

El declaraciones al diario español AS, el campeón defensor, que debuta este 28 de septiembre ante el bielorruso Egor Gerasimov, lamenta las condiciones de juego, las cuales cambian mucho de una época a otra del año, aunque sabe que son iguales para todos los jugadores.

 

Después de caer ante en el Master 1000 de Roma ante el argentino Diego Schwartzman, el número dos del mundo continuó su preparación para el segundo Grand Slam del año, que esta vez será tercero, y de pronto se apareció con unas declaraciones en las cuales deja entrever que el camino a su décimotercer título luce más que complicado.

El español adujo que el frío y la humedad conspirarán contra su juego, muy diferente a lo acontecido en Roma, donde el clima era perfecto, aunque advirtió que intentará superar los obstáculos cada día e intentar competir a su mejor nivel, por un grupo donde se encontrará con varios de los mejores jugadores del momento camino a una hipotética final.