Posible vacuna china contra la COVID-19 no muestra efectos secundarios graves en ensayos en Indonesia

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Hasta ahora se ha observado hinchazón, fiebre, sarpullido y picazón en algunos voluntarios, dice el jefe del equipo de investigación de los ensayos clínicos de la vacuna para la COVID-19, Kusnandi Rusmil.

Una posible vacuna china contra el coronavirus (COVID-19), CoronaVac, no ha mostrado efectos secundarios graves durante sus ensayos clínicos de tercera fase en Indonesia.

En entrevista con la Agencia Anadolu, el jefe del equipo de investigación de los ensayos clínicos de la vacuna para la COVID-19, Kusnandi Rusmil, indicó que comenzaron los estudios clínicos de la posible vacuna con 20 médicos especialistas y 30 médicos generales en la ciudad de Bandung, en la provincia de Java Occidental, a principios de agosto.

Rusmil dijo que hasta ahora ningún voluntario ha presentado efectos secundario graves durante los ensayos y afirmó que todos los estudios continúan normalmente.

“Hasta ahora se ha observado hinchazón, fiebre, sarpullido y picazón en algunos voluntarios, a quienes retiramos de los estudios clínicos, pero se mantendrán bajo vigilancia durante cierto tiempo debido a que se les suministró la primera dosis de la vacuna», agregó.

Rusmil enfatizó que el estudio se lleva a cabo en un periodo de seis meses, y que el seguimiento y análisis de las reacciones de los 540 voluntarios que recibieron la primera vacunación son importantes.

Al afirmar que trabajan en asociación con la compañía farmacéutica estatal Bio Farma y que el proceso continúa meticulosamente, Rusmil dijo que podrán ver la respuesta inmune, la seguridad y la eficiencia de la vacuna en los primeros voluntarios en enero como mínimo.

El experto señaló que, aunque el Gobierno indonesio desea que la distribución de la vacuna se realice más temprano, la aprobación final está a cargo de la Agencia Nacional de Control de Alimentos y Medicamentos a través de los informes que presentarán ellos y Bio Farma.

Rusmil señaló que los ensayos clínicos se llevan a cabo en Indonesia, Brasil y Turquía, y recordó que la mutación es común en los virus, que solo pueden defenderse de esta manera.

»Si los virus no mutan, desaparecen después de un cierto período de tiempo. Conocemos el virus COVID-19 desde hace solo seis meses, y no ha pasado ni un año desde que apareció en China. Supongo que la eficacia de la vacuna en cuestión sigue siendo alta, ya que no hay muchos cambios en la estructura del virus”, señaló.

“Sin embargo, la vacuna de COVID-19 debe actualizarse constantemente debido a la mutación del virus. Si el nivel de protección de la vacuna cae por debajo del 80%, el proceso debe reevaluarse. Cuantos menos cambios en la estructura del virus, más años de uso de la vacuna», agregó el experto.

Rusmil explicó que de aprobarse la vacuna después de la última etapa, esta podría salir al mercado en 200 mil rupias (USD 13).

Muhammed Fahri Fadila, de 27 años, voluntario para los ensayos clínicos de la posible vacuna, dijo que para ser voluntario es obligatorio seguir varios procedimientos de salud como dar negativo en COVID-19, hacerse un examen de salud, no salir de la ciudad y seguir los procesos de los experimentos que abarcan seis meses.

Al decir que su cuerpo desarrolló enrojecimiento y picazón después de la primera dosis de vacuna, Fadila dijo que cuando fue a la clínica por segunda vez, aunque los efectos secundarios no eran muy graves, los médicos no quisieron correr riesgos ante la aparición de diferentes complicaciones en la segunda dosis de vacuna y lo sacaron de los ensayos clínicos.

Runtung, de 30 años, un mototaxista voluntario, dijo por su parte, que se ofreció como voluntario porque estaba en contacto con demasiadas personas debido a su trabajo.

Runtung afirmó que se les indicó que cumplieran con las fechas establecidas de los procesos, como la segunda vacuna y el análisis de sangre después de la primera vacuna, y señaló que deben medir su temperatura corporal todos los días con el dispositivo de medición de temperatura que se les proporcionó.

Indonesia, en asociación con la empresa farmacéutica estatal Bio Farma, inició el 11 de agosto los estudios clínicos de tercera etapa de la vacuna candidata COVID-19, desarrollada por la farmacéutica china Sinovoc Biotech, CoronaVac, con aproximadamente 2.000 voluntarios.

El Gobierno tiene como objetivo vacunar hasta 180 millones de personas en el país para fines de 2021, si logra iniciar la vacunación masiva en diciembre o principios de enero.

Fuente: Agencia de noticias Anadolu.