El doctor Luis Escoto, representante de la Organización Panamericana de la Salud en Paraguay en comunicación con Radio Nacional del Paraguay, resaltó los avances muy prometedores de los países que desarrollan vacunas contra el coronavirus, pero hay muchas incertidumbres porque el desarrollo es complejo y lleva muchos procesos, desde el desarrollo hasta asegurar que esas vacunas sean efectivas como lo señalan los informes sobre las mismas, que generan anticuerpos y unas células que ayudarán a mejorar las defensas del organismo.
Aseguró que la OPS, recibió con bastante entusiasmo los resultados de las pruebas realizadas por las vacunas contra el COVID porque es un avance muy grande en la ciencia y en el desarrollo tecnológico para producir una vacuna, que por primera vez en la historia se desarrolla en muy poco tiempo, que suelen tardar entre 8 y 10 años en su producción.
Sostuvo que la OPS, le da seguimiento muy cercano a las vacunas que realizan varios países del mundo para garantizar a todas Naciones de América desde la producción el acceso y la disponibilidad de las mismas, cuando estén producidas.
Explicó que “todavía falta mucho camino que recorrer porque estas vacunas fueron probadas en un grupo de voluntarios, si hablamos de 1000 voluntarios, comprendidos entre 18 y 55 años es un ensayo muy bien desarrollado, pero este es un grupo de población que fue seleccionada porque tenía el menor riesgo de sufrir complicaciones o una fatalidad”.
Afirmó que las vacunas deben ser probadas en todos los grupos humanos como embarazadas, mayores de 65 años, en personas diabéticas, obesas, en niños, en recién nacidos, falta ese proceso para garantizarle a la población que recibirá una vacuna que es efectiva, que prevendrá la enfermedad o que si la sufre no sea fatal y que no tenga efectos colaterales que serán más dañinos que el virus.