La calle secreta que homenajea a los Beatles en Rusia

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Oculto en el entramado de la ciudad rusa de San Petersburgo, un pequeño y colorido espacio urbano rinde homenaje a The Beatles: la calle John Lennon. Desafiando a las autoridades locales que se negaban a honrar a la banda de Liverpool en la nomenclatura de la ciudad, Nikolái Vasin, el mayor fanático ruso de los ‘Fab Four’, ideó este lugar único.

Desde su fundación en mayo de 1703, la imponente y bella San Petersburgo ha sido considerada la joya más preciada de Rusia. Reconocida en más de una oportunidad como el mejor destino turístico de Europa, encabeza la lista de las ciudades más fotografiadas del país. Sin embargo, entre las atracciones de San Petersburgo hay un lugar que quizá no figura en mapas ni en guías turísticas: la calle John Lennon.

Para encontrarla es preciso ir al número 53 de la avenida Ligovski, una de las principales calles de San Petersburgo. Allí se abre un pasaje que lleva detrás del centro de arte Pushkinskaya-10. En el corazón de la manzana, en un patio delimitado por edificios, Nikolái Kolia Vasin (1945-2018) colocó un cartel que apunta al cielo señalando la dirección que toma la calle John Lennon.

De acuerdo con la empresa turística Atlas Obscura, Vasin, coleccionista e historiador conocido por su extremo fanatismo por la banda, bautizó ese espacio luego de años de reclamar a las autoridades municipales que renombraran una calle de San Petersburgo en honor a John Lennon, uno de los fundadores de The Beatles, que murió asesinado por un fanático en 1980.

Con el paso del tiempo, otras personas fueron agregando en el lugar más elementos y referencias a la banda. Destacan, debajo del cartel que bautiza la calle, cuatro bajorrelieves de los integrantes de The Beatles que coronan la arcada del pasaje que llega allí desde las calles exteriores, así como el mítico submarino amarillo pintado a un costado de la entrada.

El museo de los Beatles del ruso más fanático

Tal era el grado de fanatismo de Kolia Vasin que durante la beatlemanía de los años 60 comenzó a coleccionar todo tipo objetos de los Beatles. Años más tarde esa parafernalia se convirtió en la colección del primer y único museo de los Beatles en San Petersburgo y Rusia.

Vasin comenzó esta colección durante los años de la Guerra Fría. En ese entonces la música rock estaba prohibida en la Unión Soviética. De hecho, para escuchar los discos de The Beatles y otras bandas y músicos de esos años, era frecuente que se grabaran copias piratas de los discos utilizando viejas placas de radiografía en lugar del vinilo. Las copias no sonaban bien ni eran duraderas, pero era una de las formas para hacer que esa música circulara clandestinamente entre los jóvenes soviéticos.

 

Viasin descubrió el rock en 1957, escuchando a Little Richard en una de esas copias clandestinas. «Tomé aquel disco blando y flexible, lo miré y vi unos huesos. Luego lo pusimos en el tocadiscos de mi madre y escuché la voz de Little Richard. Me quedé muy impresionado», relató Kolia a Sputnik en una ocasión.

«A finales de los 60, ya existía todo un mercado negro de este tipo de música. Los discos no eran caros, pero tampoco duraban mucho. Todo el mundo sabía que la venta y la compra de estas radiografías eran ilegales, la calidad no era muy buena, pero era tan romántico, tan auténtico», dijo el historiador.

En los años 90, Viasin trasladó toda su colección de los Beatles al actual centro Pushkinskaya-10, donde comenzó a operar el museo dedicado a la banda, que siguió creciendo gracias a los objetos y souvenirs donados por otras personas, según informa su sitio web.

Aunque el coleccionista e historiador murió en 2018, el museo sigue funcionando y espera crecer aún más. Una de sus metas es que la ciudad de San Petersburgo sea reconocida oficialmente como «la capital rusa de la Beatlemanía«, informa la web de la institución.