Futbolistas viajan con COVID-19: vuelve la Copa Libertadores y con polémica

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El campeonato futbolístico de clubes más importante de América del Sur regresa tras seis meses de paralización con un estricto protocolo para encapsular los viajes de las delegaciones. Sin embargo, antes del primer partido ya hay polémica: jugadores de Boca Juniors que dieron positivo para COVID-19 podrán viajar.

El torneo de clubes de fútbol más importante de Sudamérica regresa luego de seis meses de suspensión debido a la pandemia de COVID-19 y, fiel a la historia de la competición, lo hace envuelto en polémica. La decisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) de permitir al equipo argentino Boca Juniors viajar con futbolistas que dieron positivo en test PCR realizados hace menos de dos semanas.

 

Septiembre marca el regreso del torneo, suspendido el 12 de marzo pasado luego del encuentro entre Racing de Argentina y Alianza Lima de Perú. Aquel partido, que se disputó a puertas cerradas en una de las primeras medidas para prevenir los contagios tomados en la provincia de Buenos Aires, marcó el parate que dejó a todos los fanáticos en ascuas. 

Con la pandemia lejos de controlarse en varios países del continente, la Conmebol definió, al menos en principio, un riguroso protocolo destinado a poder reanudar el torneo —suspendido recién antes de la mitad de su fase de grupos— manteniendo la prohibición de espectadores en las tribunas y restringiendo la circulación de los futbolistas para evitar contagios.

Así, el organismo definió en julio de 2020 un Protocolo de operaciones para la reanudación de las competiciones de clubes de la Conmebol que establece que todos los futbolistas, entrenadores y miembros de las delegaciones «deberán realizarse obligatoriamente la prueba RT-PCR (hisopado)» y remitir sus resultados a la Conmebol.

Además de cumplir las medidas sanitarias de cada país, los futbolistas tuvieron que realizarse hisopados entre 48 y 24 horas antes del reinicio de los partidos. Luego de la primera tanda de partidos tras el regreso, los clubes deberán «cumplir estrictamente los protocolos sanitarios del país de salida y de destino en su caso».

La forma de desplazarse de las delegaciones fue uno de los mayores cambios introducidos por los dirigentes. Ahora, los equipos ya no se desplazarán en vuelos comerciales, sino que la propia Conmebol financiará la contratación de vuelos chárter directos al destino del partido. Además, las delegaciones que participan en la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana dispondrán de «áreas exclusivas de aduanas e inmigración» para evitar contacto con pasajeros comunes.

Al llegar a la sede del partido, los futbolistas quedarán inmersos en un estricto protocolo diseñado para evitar que mantengan contacto con personas ajenas a la delegación. Luego de realizar los trámites de llegada al país, ingresarán a autobuses que luego serán «sellados» para «nadie entre o salga» en el camino hacia al hotel, donde el check-in ya habrá sido hecho con antelación. Así, los futbolistas recibirán las llaves de sus dormitorios arriba del autobús, sin provocar aglomeraciones.

 

Mientras estén en el hotel, los futbolistas solo podrán salir a entrenar y disputar el partido, prohibiendo todo tipo de salidas recreativas de las delegaciones. Culminado el partido, las delegaciones tendrán un plazo de 24 horas para abandonar el país. Si requieren quedarse más tiempo, deberán solicitar autorización especial.