Eyesight presentó un show donde el sonido ambientó un viaje a una cercana década cargada de sicodelia y rock

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Asunción, Radio Nacional.- Una mezcla de luces, sonido, ambiente de los noventa, pero con aires a este siglo 21 que nos invita a volar al pasado, para sentir esa nostalgia y pisar el presente con la música que nos presentó la banda paraguaya de rock progresivo Eyesight, la noche del sábado.

El ambiente fue propicio para que el público pueda transportarse en ese mundo psicodélico y rockero, donde se cruzaron sonidos y estilos en las canciones presentadas por Zethyaz y su grupo.

Casi cerca de la medianoche, se inicia el concierto con un primer set list que sacudió a más de uno, con Jerico flower, Our Ashes, la novísima Radiant, The People of the morning after, Un signo de distancia, Counterligth, Tainted voices, que dieron un recorrido de los noventa, sin olvidar el tiempo presente con una presentación puntillosa. Se debe resaltar, que Zethyaz estuvo acompañado de unos excelentes y respetables músicos, que por supuesto no desentonaron, sino más bien se lucieron en toda la noche.

Luego de la primera parte del show, Zethyaz tomó un respiro, saludó al público, que hasta ese entonces, no paraba de moverse entre tema y tema. El vocalista recordó el nacimiento del proyecto, en 1996 luego de quedar en el tintero temas que no ingresaron en el álbum de su primera banda Sabaoth, inició la tarea de arreglar las composiciones y hacer realidad a Eyesight.

La segunda parte del concierto, fue un homenaje a Syd Barret de Pink Floyd, por parte de Zethyaz, quien con su guitarra acústica interpretó Pings on the wing (Animals 1977), Jugband Blues (A Saucerful of Secrets, 1969) y la canción propia Star´s enigma, que me atrevo a decir, fue la mejor interpretación de la noche, más aún porque la atención del público, con el sonido del silencio ayudó a crear emociones encontradas durante los minutos que duró el tema que se encuentra en el primer álbum de Eyesight, Shield of Leave.

La tercera y última parte, ya con la banda completa en el escenario, se escucharon las siguientes canciones, Cure, Daggers into bells, Forking paths, aclamada por los presentes, la nota alta de la jornada, además del cover de Sabaoth, el clásico Fragile, Trampoline y finaliza el show con la versión Eclipse de Pink Floyd, con una atmosfera que el sonido llevó a más de uno y una a un viaje hasta un universo que solo la psicodelia puede transportar y con un mensaje que el rock hecho en casa, en Paraguay presente espectáculo de calidad, donde se fusionan sonido, luces, efectos especiales, y la música que siempre se acomoda como la musa inspiradora de una noche esperada y ambientada en los noventa.