Destacan que Programa Abrazo del MINNA se fortaleció durante la pandemia con asistencia a 3400 familias

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El viceministro de Proyectos del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, Walter Gutiérrez en comunicación con Radio Nacional, resaltó que desde que el MINNA recibió en el 2008 el Programa Abrazo, contaban con 5 centros y 240 beneficiarios y en estos momentos poseen 45 centros en 12 de departamentos del país y se benefician 3400 familias, 500 se sumaron y 300 egresaron por mejorar su calidad de vida. El mismo se fortaleció durante la pandemia de COVID-19 con 20 mil seguimientos familiares, una familia debería contar entre 8 y 9 por año, ese es el objetivo casi un seguimiento por mes.

Destacó que desde el 2020 cuando se inició la pandemia, entregaron a las familias beneficiarias del programa más 750 mil kilos de alimentos, mediante una cooperación de la Unión Europea casi todas las familias se benefician con una asistencia financiera mensual para ayudar a que desarrollen sus emprendimientos e invertir en los requerimientos de sus hijos. Realizan labores con grupo de ahorro y emprendedurismo para un trabajo integral para el beneficio de la niñez y la adolescencia.

Mencionó que en los últimos tiempos, se trabajó bastante y el programa se compone de varios factores: uno de ellos es el servicio que recibe la niñez y la adolescencia en los centros, el otro es el soporte familiar, por el cual se realiza un seguimiento a las familias en las áreas de salud, si tienen todo el esquema de vacunación y educación, si están matriculados, así como la protección de los niños y adolescentes para saber si no hay vulneración de derechos.

“Hasta 13 años se es niño o niña, no existe la posibilidad de que el niño o la niña pueda realizar ningún tipo de trabajo, el trabajo infantil está prohibido por la legislación, el niño tiene que estar jugando, tiene que estar estudiando. De 14 a 17 años entramos en la franja etaria de adolescentes según nuestra legislación, el adolescente sí puede realizar el trabajo adolescente protegido, trabajo supervisado, requiere una autorización por parte de los padres, una autorización y un compromiso por parte del empleador”.

Explicó que el permiso debe firmarse por la CODENI, el adolescente tiene que estar escolarizado y no realizar ningún trabajo peligroso, que se establecen en un decreto del 2004, reiteró sobre el trabajo protegido del adolescente, pero existen muchos que trabajan en la calle, que no están escolarizados, según la cifra con la que cuentan. Aseveró que 7 de cada 10 niños abordados por los educadores del MINNA, se encuentran acompañados de sus padres, siete de cada diez forman parte de algún pueblo indígena.