La ciudad de Caacupé minuto a minuto recibe la visita de peregrinantes, para venerar a la Virgen de los milagros, en medio de un gran riesgo y desafío a causa de la pandemia. Aproximadamente 1.000 personas por día llegan hasta la explanada de la basílica y al Tupasy Ykua, para pagar sus promesas y proveerse del agua bendita, respectivamente.
El intendente de Caacupé, Diego Riveros, comentó dentro de un estado de esperanza y optimismo, que el actual movimiento de gente a la villa serrana, se deba a que hasta el 28 del mes en curso, las puertas de la basílica estarán abiertas al pueblo devoto. Ojalá que posterior a esta medida, haya merma de asistentes. En caso contrario, se tornaría algo alarmante, comentó muy preocupado el representante municipal.
Actualmente rige la nueva medida sanitaria, en el sentido de que los menores de 12 años y mayores de 65 años no podrán ingresar, tanto a la explanada como al pozo del agua bendita. Dichas medidas, actualmente están bajo la supervisión de unos 70 agentes policiales.
Por lo pronto, todo se desarrolla con absoluta tranquilidad y nueva normalidad, pero si este fin de semana se presenta una avalancha de gente, se requerirá aumentar, quien sabe a cuánto, la cantidad de agentes policiales para mantener el orden en el cumplimiento de los protocolos sanitarios.
Finalmente, el intendente de la ciudad de Caacupé observó como algo positivo el movimiento comercial de los negocios en la zona, que había sido muy afectado desde la aparición de la pandemia del coronavirus, el pasado de marzo. Todo es atípico. Todo es experimental dentro de un formato que no estaba programado ni siquiera calculado, concluyó en entrevistado.
Por Hugo Venancio Villalba
Alarmante cantidad de peregrinantes a Caacupé
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