La muerte del abogado Javier Ordóñez a manos de la Policía ha desatado una ola de protestas en varias ciudades de Colombia. Importantes disturbios se desataron en la capital, Bogotá, hasta el punto de que la violencia de los enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía dejó al menos cinco muertos.
Las fuertes protestas que se produjeron en Bogotá en protesta por la muerte del abogado colombiano Javier Ordóñez han acabado en tragedia.
El ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, informó a través de un comunicado de que se ofrecería «una recompensa de hasta 50 millones de pesos (unos 13.460 dólares) por información que conduzca a la captura de los autores del homicidio de cinco personas durante esta jornada violenta en Bogotá y en el municipio de Soacha, así como por los responsables de hechos de vandalismo».
Asimismo, el titular de Defensa informó de que se reforzaría el dispositivo de la Policía de Bogotá con 750 nuevos agentes y también con otros 850 uniformados procedentes de otras partes del país. Algo que algunos internautas no se han tomado muy bien y que han denunciado mostrando vídeos en los que es la Policía quien muestra una actitud violenta con los manifestantes:
Holmes Trujillo también apeló al amor que sienten los colombianos por su Policía: «para que deje de estigmatizarse a la institución policial, que es querida por los colombianos, tratando injuriosamente de señalar a todos sus miembros de conductas cometidas por algunos de ellos».
El caso de Ordóñez, que perdió la vida durante una actuación policial en la que se le aplicaron descargas eléctricas en repetidas ocasiones, sacó a la calle a cientos de personas en Bogotá, Medellín y Cali.
Especialmente graves resultaron los altercados de la capital, donde ciertas zonas quedaron arrasadas y donde los manifestantes, denuncia la Policía, atacaron a 27 Comandos de Acción Inmediata (CAI) e incendiaron a otros 12.
El abogado Javier Ordóñez fue detenido el 8 de septiembre por la noche en el barrio Villa Luz, en la localidad de Engativá, al oeste de Bogotá, al salir a la calle con amigos para comprar licor (algo prohibido ahora debido a las medidas del coronavirus). Los agentes aplicaron descargas al detenido durante largo rato a pesar de las súplicas de Ordóñez y de las advertencias de los testigos de que los estaban grabando.