El Buen Pastor se abre a la memoria a través del arte; lo que quedó entre muros hoy se vuelve luz

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«Las chicas se están preparando porque tendremos algunos bailes del elenco de nuestras chicas que son bailarinas de música folclórica, están preparadas», expresó este miércoles durante su visita a los estudios de Radio Nacional del Paraguay, la iniciadora del proyecto Corazón Libre, Alejandra Mendoza.

Recordó que las personas privadas de libertad, también participaron del taller de escritura creativa. «Saben que esto se va a visibilizar, mostrar y también dar un cierre simbólico a esto», afirmó.

Añadió que la muestra será del 15 al 21 de diciembre. «A todos los que nos están escuchando, ojalá que nos puedan acompañar esta semana del 15 al 21 de diciembre», mencionó.

Refirió que expresa todo su amor a las chicas. Agregó que probablemente muchas de ellas, estén afuera. «Les pido a los hombres y a las mujeres que estuvieron privados de libertad, aprovechen esta muestra y la visiten», sostuvo.

Finalmente, exhortó a la ciudadanía en general a que acompañen en esta semana cultural – artística, «también es un cierre muy importante para ellos y para ellas», culminó.

A 106 años de su apertura y a más de un mes de su cierre definitivo, el ex centro penitenciario de mujeres Buen Pastor vuelve a abrir sus puertas como espacio de arte, memoria y diálogo ciudadano. La muestra “Memorias del Buen Pastor: 106 años de historia”, es organizada por el Ministerio de Justicia y el Proyecto Social Corazón Libre del Movimiento Peregrino, con apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura, Municipalidad de Asunción, Centro de Estudios Judiciales y financiado por la Unión Europea.

Durante más de un siglo, el Centro Penitenciario de Mujeres “Casa del Buen Pastor” fue uno de los espacios más significativos de la historia social paraguaya. Inaugurado en 1920 y cerrado definitivamente el 6 de octubre pasado, el edificio fue cárcel, correccional, convento y refugio. En sus muros convivieron la disciplina, el refugio de la fe, las lógicas de castigo y las búsquedas de reinserción social sembradas desde la esperanza.

Julio Ramón Dávalos Acuña.