Durante la homilía en el novenario de la Virgen de Caacupé, el obispo de Villarrica, monseñor Miguel Ángel Cabello, recordó que las instituciones estatales deben tener responsabilidades, para asistir a los paraguayos con problemas de salud, no sólo para los que tienen bonanzas económicas, sino para todos por igual.
Afirmó que se trata de una obligación del Estado el cuidado de la salud de toda la población con suficiente inversión, porque es un bien común, por lo que se deben acabar con los reclamos de la ciudadanía y de los mismos médicos.
Finalmente, dijo que negociar y enriquecerse a costa de la población y dejarla vulnerable es un acto criminal, por lo que los gobiernos deben imitar a Cristo que priorizaba la sanación de los enfermos. «La salud, ya sea física, mental, espiritual y psicológica, debe ser para todos sin distinción, concluyó.
Julio Ramón Dávalos Acuña.
