La campaña electoral argentina se calienta con múltiples protestas

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Buenos Aires.-Organizaciones sociales y partidos de izquierda se movilizaron en una jornada de protesta contra las políticas de ajuste del Gobierno de Mauricio Macri, a 33 días de las presidenciales.

Organizaciones sociales y políticas de izquierda volvieron a movilizarse este martes en varios puntos de Argentina, con cortes en principales accesos a diversas ciudades, para reclamar contra el ajuste del Gobierno y la crisis económica, cuando queda poco más de un mes para las elecciones presidenciales.

Con múltiples puntos de concentración, agrupaciones como el Frente de Izquierda y el Polo Obrero exigieron actualizaciones de salario, clamaron contra el aumento del desempleo y pidieron al Gobierno de Mauricio Macri más programas sociales y ayudas a jubilados. También alzaron la voz contra el préstamo de más de 56.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió a Argentina el año pasado, que requiere de fuerte disciplina fiscal.

La jornada, que tuvo como epicentro una marcha desde la sede central de la Unión Industrial Argentina (UIA) hasta la Plaza de Mayo, donde se ubica la Casa Rosada –sede del Gobierno en Buenos Aires– grupos conocidos como “piqueteros” se congregaron para cortar puntos clave para el tránsito de la capital.

Ya ayer, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había reiterado que “hay objetivos de provocación” tras estas movilizaciones y garantizó la circulación en los accesos a la ciudad.

TAMBIÉN FERNÁNDEZ. Otra de las reivindicaciones apuntó contra una de las propuestas del opositor Alberto Fernández, favorito a vencer los comicios presidenciales del 27 de octubre tras haber aventajado en 16 puntos a su principal rival, el presidente Macri, en las elecciones primarias de agosto pasado.

El líder del peronista Frente de Todos –que tiene a la ex mandataria Cristina Fernández como postulante a la vicepresidencia– había adelantado que, si gana, buscará un acuerdo con “los que producen y los que trabajan, con la industria y con el campo”, una suerte de pacto social para superar la crisis.

“No hay ningún pacto social que podamos llevar adelante habiendo desempleo, despidos, pobreza y miseria y no acordando con las organizaciones. Ningún pacto social, fuera el FMI y seguiremos en la lucha, porque el plan de lucha siempre está vigente”, dijo Óscar Kupperman, dirigente de la Coordinadora de Unidad Barrial-Movimiento Teresa Rodríguez, que advirtió que “si no hay alimentos en la mesa de los pobres se irá a los supermercados por ellos”.

La semana pasada, el Congreso aprobó una ley de emergencia alimentaria que establece un incremento de al menos el 50 % en las partidas presupuestarias de este año destinadas a políticas de alimentación y nutrición.

Pese a la aprobación, las protestas continúan con más peticiones que responden al agravamiento de la crisis.

En el país, el 32 % de la población está por debajo del límite de la pobreza, una cifra que se prevé crezca con el empeoramiento de la crisis.

Polémica por el bono para empleados

El bono compensatorio de 5.000 pesos (500 mil guaraníes) a trabajadores privados que aprobaron el Gobierno argentino, los sindicatos y las patronales para compensar el agravamiento de la crisis económica, generó ayer polémica por las dificultades que algunas empresas tendrán para hacer frente a la medida.

“Las empresas que no lo pueden pagar, no lo van a pagar”, dijo el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo. Por su parte, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, aseguró que “a simple vista, esto es un adelanto de sueldo”. “Estamos con que los empresarios muchos no pueden hacerlo, así que no sé cómo lo van a poder, querer pagar”, indicó a radio El Destape.