La injusticia, el egoísmo y la ambición nacen en el corazón humano, sostuvo el obispo de San Lorenzo Joaquín Robledo, durante la homilía de este martes en Caacupé.
Afirmó que el poder y el placer ponen trabas al amor de Dios y que el hombre se vuelve esclavo, por lo que debe dejar que el Espíritu Santo dé frutos en la vida.
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