“Llegamos a una situación límite, en la que tenemos una necesidad urgente de pacientes que necesitan ingresar a terapia intensiva, sin que haya lugar para ellos. Esto genera una ansiedad, teniendo en cuenta que los médicos también tenemos sentimiento, dentro de esta situación. La gente está desesperada. Ayer, reventó mi teléfono, de gente que llamaba pidiendo camas para pacientes de 25, 30, 40, 50, 60,70 años, sin que ya nada se puede hacer, para paliar esta demanda”, comenzó diciendo el Dr. Roque Silva, Director de la XI Región Sanitaria.
El sistema en Salud Pública y los cupos disponibles en el sector privado están todos ocupados. Si de por ahí, se dispone algún lugarcito, significa que algún paciente ha recuperado, o en el peor de los casos, que ha fallecido, angustiando también a toda una familia, con la consabida desesperación. El vaso se está llenando, en este colapso, en que se suele producir, de repente, el fallecimiento de personas conocidas, jóvenes, parientes, compañeros, amistades, etcétera. Esta enfermedad lleva al paciente a estar entre 3 a 4 semanas, en medio de una candente realidad, en este momento crucial.